Tuesday, April 25, 2006

mastica

En los chasquidos calaverianos, el susurro duerme, punzando erosionadas costillas,
Noctambulantemente revolcándose con cada vértebra en celo.
Susurro que muerde el alarido inconsciente,
Elasticado por él expiro envenenado cloaquiano,
De un príncipe negro de alcantarilla, arrastrando capa de murciélagos y mariposas.

2 comments:

LEONOR DINAMARCA said...

perderse en el filo de tu lengua
eres extremo amigo mío...
me agrada tu violencia

Interdicto said...

Que la resaca nos vuelva a ser los hombres que olvidaron los dioses la noche anterior.