mastica
En los chasquidos calaverianos, el susurro duerme, punzando erosionadas costillas, Noctambulantemente revolcándose con cada vértebra en celo. Susurro que muerde el alarido inconsciente, Elasticado por él expiro envenenado cloaquiano, De un príncipe negro de alcantarilla, arrastrando capa de murciélagos y mariposas. |
2 comments:
perderse en el filo de tu lengua
eres extremo amigo mío...
me agrada tu violencia
Que la resaca nos vuelva a ser los hombres que olvidaron los dioses la noche anterior.
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