Monday, January 30, 2006

maldita muerte... madre acurrucame

Mañana ensogaran mi pescuezo
Con una espinada liana
Enjaularan mis mariposas de luto
Ellos reirán.

Desearé ser cobijado en el regazo de la virgen...
¡Oh! Madre, escucharás mis plegarias en los tormentos.
¡Oh! Madre, mi sangre cuajará vertida a tus pies descalzos
bañados por el polvo
que levanté al bailar con la muerte
aquella dulce muerte
que su eterno amor me ofreció...
maldita traicionera,
ahora mi inquisición asciende desde las profundidades de este viscoso lodo
como una marea...
una marea de mariposas negras
sedientas de beber tu sangre
al perforar
al flagelar
tu podrida piel, masticada por los cientos de perros que de noche me rodean
Perros y mariposas negras, sus colmillos afilados endiablados.

¡Oh! Virgen madre
a ti me entregaré.

Los segundos percuten
Y retumban
Golpean y no socegan
El hielo ya no detiene,
Y mi cuerpo cansado
Cae rendido sin notarlo
Bajo la tierna sombra.

1 comments:

Carlos Palomo said...

ahi est la luz de nuestras verdades madre mia.