Saturday, October 22, 2005

una travesía de entrega

Y la belleza rodó por sus labios
Bajó juguetona por su cuello
Lanzándose sobre el pecho
Surcando en bajado su piel
Acariciando su abdomen tenso
Besando sus muslos
En un deseo salto desde los dedos de los pies
Cubriendo la tierra húmeda
Cuya fragancia bañaba los suspiros.
Y de un suspiro se entregó
Con los palpitares candentes
Entre sus manos de pétalo pálido
Besando la sien arrugada
De aquel que se enamora
Del polvo sobre sacos
De las puertas al final de un pasillo sombrío
Y del soneto en silencio de la soledad.

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